domingo, 30 de enero de 2011

"Un mundo feliz", de Aldous Huxley

En un futuro quizá no muy lejano la sociedad ha cambiado. La tecnología ha cambiado el mundo y toda la humanidad es feliz, tiene trabajo y dinero para gastar y las enfermedades han desaparecido. A pesar de todo ello, Bernard no es feliz del todo ya que algo en él es claramente diferente al resto de los que le rodean. Buscando conocer más sobre la sociedad que le rodea decide visitar una reserva donde unas pocas personas viven entre enfermedades e infelicidad, a la vieja usanza. Alli, conocerá a John, un "salvaje" que le acompañará en su regreso a casa y que se convertirá en todo un espectáculo en el Nuevo Mundo. A pesar de lo primitivo que John pueda parecer, enseñará a sus parientes "civilizados" que no todo en él es tan malo y que de hecho puede enseñarles a ser verdaderamente humanos.

La división de la sociedad en castas es un sistema que en la actualidad aún existe en algunos países. En ellos, cada individuo nace dentro de un grupo del cual no puede salir. Además, cada uno de estos grupos tiene reservados distintos trabajos, debe casarse con gente de su mismo grupo y tiene prohibido relacionarse con gente de otras etnias hasta el punto de ser castigados con la muerte si desobedecen estas reglas. Esto da lugar a que las castas más pobres tengan imposibilitado por completo el progreso, el acceso a una vida mejor o simplemente a la tenencia de amigos de otros grupos. Por otra parte, esta clase de sociedades dan lugar a unas tremendas desigualdades ya que las capas más altas tienen reservados los mejores trabajos simplemente por el hecho de pertenecer a ciertas familias y las clases más bajas tienen prohibidos dichos trabajos por muy buenos, competentes o esforzados que sean sus trabajadores.

Aldous Huxley fue un escritor inglés muy interesado en la política y la organización de las personas. De hecho, con este libro saltó a la fama por mostrar una sociedad terriblemente dividida y donde unas pocas personas se han convertido en los amos y señores del mundo y deciden lo que se puede hacer, decir o pensar. Huxley pensaba que en el futuro la sociedad podría degenerar a estos extremos. En su madurez se trasladó a los Estados Unidos donde impartió muchas conferencias y escribió otros libros aunque con un enfoque ciertamente diferente, ya que por esa época experimentó algunas veces con drogas como el LSD y la mescalina. Al parecer, la muerte de su mujer le afectó profundamente y produjo en él un cambio de personalidad. Enfermó en 1960 y murió 3 años más tarde en los Estados Unidos.