jueves, 16 de diciembre de 2010

"Crónica de una muerte anunciada", de Gabriel García Márquez

Santiago Nasar va a morir hoy. Los hermanos Vicario le buscan para matarlo. Sin embargo, a pesar de que todo el pueblo sabe lo que va a ocurrir nadie le está avisando. A lo largo de todo el día se irán conociendo los detalles de esta historia que nos introduce en una de las novelas policíacas mas conocidas de la literatura hispana. En ella, con un rigor casi periodístico se nos irán explicando como las cosas han podido torcerse hasta llegar a este punto de tensión.

El periodismo es una rama literaria caracterizada por su contacto con la realidad. El periodista se informa de todos los aspectos de una noticia y condensa todo ese conocimiento en un artículo con el que intenta proporcionar a los lectores dicho conocimiento en el menor espacio posible. Los artículos periodísticos se caracterizan por tener una estructura donde la información se proporciona en estricto orden de importancia. Por desgracia, la profesión de periodista ha perdido consideración debido a la abundancia de personas que se introducen en el mundo televisivo sin el más mínimo rigor con el único fin de ganar fama. Sin embargo, durante gran parte de la historia los periodistas han sido grandes analistas de la realidad, desde Mariano Jose de Larra y su conocidísimo artículo "Vuelva usted mañana" hasta personas como Zola que con su "Yo acuso" hizo tambalear al gobierno de Francia.

Gabriel García Márquez es un escritor colombiano que ha escrito algunas de las más grandes obras de la literatura en español. Aparte del libro que hoy nos ocupa ha escrito otras obras de gran calidad como "El Coronel no tiene quien le escriba" o la archifamosa "Cien años de soledad". Aparte de escribir también ha trabajado como periodista en diarios como "El heraldo", en la ciudad de Barranquilla y "El Universal" de Cartagena. Ha recibido diversos premios y doctorados "honoris causa" y en 1982 recibió el Nóbel de Literatura. Además, algunas de sus obras también han sido llevadas al cine como la famosa "El amor en los tiempos del cólera"

lunes, 6 de diciembre de 2010

"El proceso", de Franz Kafka

 Josef K vive en una pensión. Trabaja en un banco en un puesto intermedio y tiene perspectivas de ascender en su trabajo. La vida le va bien y se siente contento. Todas las mañanas, la dueña de la pensión le trae el desayuno a su habitación pero un día el desayuno no está. La dueña tampoco ha venido. Sin embargo, unos funcionarios del juzgado están en su habitación  y le comunican que está siendo procesado. A partir de ahí, la vida de Josef dará un vuelco y le obligarán a concentrar todos sus esfuerzos en una curiosísima administración de Justicia donde no se sabe quienes son los jueces y los acusados no saben de qué se les acusa. No se sabe qué argumentos puede esgrimir el señor K para defenderse y su abogado no parece ser el más apropiado para una causa como la suya. Así arranca “El proceso”, de Kafka, una novela surrealista que, en nuestra opinión, refleja lo absurdo que resulta a veces tratar con la administración y lo difícil que puede ser el salir airoso de un problema que ni siquiera hemos creado nosotros.

Hoy en día, nuestra sociedad se caracteriza por estar muy dividida en tareas, donde las responsabilidades están claras y donde todo o casi todo tiene que estar por escrito, firmado, sellado y fotocopiado por triplicado. Se llama “burocracia” a esta organización tan regular de las cosas y con tanto papeleo y para algunas personas, dicha burocracia puede volverse una completa pesadilla. Por ejemplo, en nuestra provincia, un hombre recibió una carta donde le comunicaban que le quitaban su pensión por haber fallecido. Deshacer un error tan evidente como ese puede ser una labor muy ardua y difícil. A día de hoy, errores semejantes ocurren a diario y generan en el sufrido ciudadano montones de quebraderos de cabeza, dificultades e incluso en algunas ocasiones han supuesto penas de cárcel impuestas totalmente por error.

Ya hemos hablado de Kakfa en el pasado. El libro que hoy analizamos no pudo ser terminado debido a su muerte y aún hoy en día existen fundaciones que intentan recuperar documentos, cartas o relatos  que ayuden a entender la personalidad de este genial autor.